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El venerable Dom Miguel Le Nobletz – 1577-1652

Miguel Le Nobletz (Mikael an Nobletz en bretón, Michel Le Nobletz en francés) nació el 29 de septiembre de 1577 en la solariega de Kerodern en la parroquia de Plouguerneau (Bretaña). Después de sus estudios en el Colegio de los Jesuitas en Burdeos y en Agen, luego en la Sorbona en Paris, fue ordenado sacerdote en 1607. De vuelta a Plouguerneau, se retiró durante un año completo en una celda que había construido entre las rocas en la playa de Trémenec’h, y llevó allí una vida austera. Luego tomó la decisión de ser misionero, tomando como lema estas palabras de San Pablo : “Vae mihi, si non evangelizavero!” (¡Ay de mí si no predico el Evangelio! – 1 Cor 9,16).

Realizó misiones en las diócesis de Tréguier et de León, luego se fue a las islas de Ouessant, de Molène et de Batz, antes de partir hacia la región de Cornouaille, en 1614. Se estableció primero en Quimper, donde compró una pequeña casa en Terre-au-Duc; predicó en la iglesia de San Mateo todos los domingos y días festivos, y enseñó allí el catecismo. De Quimper, fue a predicar misiones en estos pueblos : Le Faou, Concarneau, Pont l’Abbé, Audierne, Isla de Sein… Nombrado párroco de Meilars, renunció a su cargo después de algunos meses para establecerse, en mayo de 1617, en Douarnenez, que era entonces sólo un barrio de la parroquia de Ploaré.

Durante veintitrés años, el catequiza a los fieles, visita a los pobres y a los enfermos, desarrolla métodos pedagógicos nuevos, escribe muchos cánticos bretones que la tradición ha conservado, y para ilustrar su predicación, inventa el uso de cuadros pintados, que prefiguran los taolennou o cuadros de misión. Gracias a él, Douarnenez se convierte en un lugar ferviente de vida cristiana.

Regresó en 1640 a la diócesis de León, al pueblo de Le Conquet, donde pasó los últimos doce años de su vida, y donde recibió en 1651 o en 1652 los estigmas de la Pasión del Salvador, al final de una vida totalmente entregada a Dios y a sus hermanos. Murió en Le Conquet el 5 de Mayo de 1652, cuando tenía 75 años.

Apodado por algunos “el beleg foll” (el sacerdote loco), Dom Miguel Le Nobletz fue a principios del siglo XVII el primero y uno de los misioneros más vigorosos de la Reforma católica en la Baja Bretaña (Bretaña occidental). Dom Miguel Le Nobletz escribió un relato de sus misiones, del cual podemos leer algunos fragmentos de su vida publicados en 1666 por el Padre Antoine Verjus (La Vie de Monsieur Le Nobletz Prestre et Missionnaire de Bretagne; La vida del Padre Le Nobletz, sacerdote y misionero en Bretaña). Su obra fue continuada y desarrollada por el Beato Julián Maunoir (1606 – 1683) (beatificado el 20 de Mayo de 1951).

El procedimiento de beatificación

El obispo de León, Monseñor Le Nevoux de la Brousse, abrió en 1701 el proceso de beatificación de Dom Miguel Le Nobletz. Monseñor Lamarche, obispo de Quimper y León, volvió a proseguirlo, el 30 de Octubre de 1888. Dos procesos diocesanos examinaron sucesivamente su fama de santidad, sus virtudes y sus milagros, y luego la ausencia de culto público. Un decreto del Papa León XIII del 6 de Abril de 1897 autorizó la introducción de la Causa en la Sagrada Congregación de los Ritos. De acuerdo con las normas entonces vigentes, un nuevo proceso llamado Proceso Apostólico reconsideró la Causa, y la sometió a la discusión de los Cardenales de la Sagrada Congregación. El Papa Pío X reconoció las virtudes heroicas de Dom Miguel el 4 de Diciembre de 1913, allanando el camino para conseguir la beatificación del Venerable Dom Miguel Le Nobletz tan pronto como se reconozca un milagro.

ORACIÓN PARA CONSEGUIR LA BEATIFICACIÓN

Dios, Padre nuestro, tu has inspirado al Venerable Miguel Le Nobletz un amor tierno por la Santísima Virgen Maria y le has concedido por su intercesión la gracia de practicar la virtudes evangélicas en un grado heroico y de entregarse totalmente con un celo apostólico al servicio de la misiones en las diócesis de Cornouaille, de Léon y de Tréguier,

Te suplicamos humildemente que manifiestes la gloria de tu servidor mediante milagros que permitan a la Santa Iglesia, nuestra Madre, de admitirle en el número de los Bienaventurados y asi de proponerle a nuestra devoción como un modelo de sacerdote totalmente entregado al anuncio del Evangelio y a la salvación de las almas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

Señalar una gracia recibida

Numerosos milagros de curación fueron atribuidos a Dom Miguel en los siglos XVII y XIX. Sin embargo, como los hechos son demasiado antiguos, la consulta medica de la Sagrada Congregación de los Ritos los descartó por ser “insuficientemente probados” para poder conservarlos como apoyo a la Causa de la beatificación.

Se necesita un caso de curación contemporánea para llevar la Causa a una conclusión exitosa. Si ocurriera una curación inexplicable en su alrededor después de la invocación del Venerable Dom Miguel Le Nobletz, usted aportaría une ayuda importante a su Causa de Beatificación si informara a la Cancillería del Obispado de Quimper:
por correo: El Canciller, Evêché, 3 rue de Rosmadec 29018 Quimper cédex
por correo electrónico: chancellerie @ diocese-quimper.fr

Dom Miguel recibe de la Virgen Maria la triple corona de la virginidad, del maestro espiritual y del desprecio de las máximas de este mundo (Pintura de Yan ’Dargent. Obispado de Quimper)

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